Ha sido un año muy duro, raro, estresante, atípico... Pero lo contamos. Estamos bien y, aquí seguimos, al pie del cañón. No nos quejamos ¡Para nada! Con la que está cayendo... No debemos quejarnos; estamos bien ( o, por lo menos, nos encontramos bien) y, además, seguimos trabajando y, creo que, más contentos que nunca.
Quiero escribir sobre este periodo que nos ha tocado vivir, más que nada por dar una explicación del porqué de este abandono digital y, de mi retomar. Como me parece que tenenemos para rato lo escribiré en varios capítulos o, post en este blog. Espero que sea de tu interés.
Capítulo I
Confinamiento puro y duro.
El Gobierno, reunido en Consejo de Ministros extraordinario presidido por el presidente, Pedro Sánchez, ha aprobado declarar el estado de alarma en todo el territorio nacional por un periodo de quince días, para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19 en España. (La Moncloa, Madrid, sábado 14 de marzo de 2020)
No teníamos ni idea de la que se nos venía encima. Sólo sabíamos que había que ir a trabajar. A atender a nuestros clientes. Éramos esenciales y, debíamos seguir prestando nuestro servicio abasteciendo productos de primera necesidad. ¿Cómo? Eso era otro tema. Los primeros días, nadie nos dijo, de manera oficial, qué medidas debíamos tomar. Además, no había material disponible a la venta. Mascarillas, guantes, hidrogeles...Así que tuvimos que tirar de la ayuda desinteresada de amigos y conocidos. Guantes teníamos porque nosotros siempre los utilizamos en nuestro puesto de trabajo. Pero había pocos y encarecieron los precios.
Las primeras mascarillas nos las hizo una amiga mía que es modista. Le dí un trozo de sábana blanca que tenía y, ella cortó y cosió todas mascarillas que salieron de esa pieza. Nosotros nos quedamos unas cuantas y, las demás las repartió ella como mejor le pareció. Por cierto, gracias Angelines.
A los pocos días, conseguimos las primeras mascarillas de farmacia y, el primer hidrogel. Nos lo proporcionó una clienta farmaceútica en cuanto las recibió ella. Gracias a ella también por tenernos en cuenta en aquellos días tan extraños.
